Con presencia de la mandataria, se entregaron materiales como cemento, láminas de eternit, de zinc, amarres, entre otros.
Con el apoyo de la Defensa Civil y el Ejército, se adelanta el censo para poder acceder también a las ayudas de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo.
Malambo, junio 14 de 2023. Gobernación del Atlántico. La gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera, lideró este miércoles la entrega de ayudas humanitarias a las familias afectadas por el vendaval en el municipio de Malambo.
"Estamos aquí, de la mano del alcalde, Rummenigge Monsalve, haciendo entrega de las primeras ayudas a los damnificados del vendaval. Recordemos que fueron lluvias y vientos horribles los que afectaron a más de 400 familias del municipio", expresó la mandataria departamental.
La Gobernadora agregó que se adelanta, con apoyo de la Defensa Civil y el Ejército, el censo para poder acceder también a las ayudas de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, y que las familias puedan vivir con una mayor tranquilidad.
Enivaldo Hernández, uno de los damnificados residente en el barrio Bellavista, contó que fueron momentos de pánico y angustia los que vivió ese sábado. “Estábamos en casa viendo televisión y, de repente, todo se fue oscureciendo y en cuestiones de segundo las láminas volaron como hojas de papel", dijo Enivaldo, quien perdió 12 láminas del techo de su vivienda.
Por su parte, la subsecretaria de Prevención y Atención de Desastres del departamento, Candelaria Hernández, dijo que gracias a la gestión de la gobernadora, Elsa Noguera, pudieron entregar rápidamente las ayudas a las familias afectadas.
“Desde que ocurrió el fenómeno natural, la Gobernadora se puso al frente de la situación y es así como hoy pudimos entregar cemento, láminas de eternit, de zinc, amarres, entre otros elementos, para que estas familias puedan arreglar sus viviendas", añadió Hernández.
Con esta emergencia, se vieron afectados sectores El Concord, Centro, El Carmen y Villa Bertha, cuyos habitantes fueron testigos de la fuerza del fenómeno natural, mientras se escondían para evitar ser alcanzados por las tejas que volaban con los fuertes vientos.